SE PREOCUPAN POR SU PULCRITUD Y PREFIEREN NO TENER JEFES SINO CLIENTES. ASÍ SE DAN A CONOCER.
Son una nueva generación de los millenials –nacidos entre el 80 y 2000- que simplemente buscan vivir de lo que les gusta hacer, denominándose como Yuccie, que significa ‘Young Urban Creatives’ (Jóvenes, urbanos y creativos).
El término lo dio a conocer el escritor David Infante en un blog publicado por Mashable. Ahí él se autodenomina un Yuccie: escritor, hombre blanco heterosexual, que vive en un agraciado barrio de Brooklyn, tiene un mostacho, anda en su bicicleta, estudió artes liberales y tiene ideas sobre muchas cosas.
En este caso, un Yuccie es una persona creativa que es capaz de sacar dinero por sus ideas y no por las que les propone su jefe en un determinado trabajo. “Son adoctrinados con el poder trascendente de la educación e infectados por la convicción de que no solo merecen perseguir sus propios sueños; deben sacar provecho de ellos”, explica Infante.
¿Pero de dónde saca esta conclusión para darle vida al término Yuccie?
Infante cita una encuesta de Deloitte, hecha en 2014, en la que asegura que seis de cada diez millenials escogieron su trabajo por el sentido de pertenencia de la empresa que los emplea. De ese grupo de jóvenes, 12 por ciento identificó el “beneficio propio” como una de las prioridades de liderazgo. Ahí, según Infante están los Yuccie.
En ese caso un yuccie gusta de ganar dinero, pero ganarlo creativamente es más importante para ellos. Tener beneficios con lo que más sabe hacer. “Son consultores sociales coordinando campañas de Instagram para marcas de estilo de vida; también pueden ser empresarios que tienen una boutique de gafas de sol hechas con bambú sostenible. Son aquellos que van a ciudades como San Francisco, Londres o Nueva York y deciden escribir sobre sus viajes para luego cobrar a sitios web que pagan por ellos”, apunta el escritor. (Lee también: Ace, la nueva tendencia de ser atractivo y no tener deseo sexual).
¿Y la apariencia?
A diferencia de los hípsters, lumbersexuales o fofisanos, los yuccies le dan importancia a su apariencia. Se afeitan o tratan de no tener una barba tan poblada como sus antecesores.
Un ejemplo fue el modelo Joel Alexander, que puso tan de moda la barba tupida. Él decidió rasurarse con el objetivo de obtener más campañas; su look lumbersexual que muchas mujeres consideran masculino, ya ha pasado de moda y es anticuado, según él. (Además: Los lumbersexuales, la tendencia opuesta a los metrosexuales).
Sin embargo, cuando subió su primera foto afeitado, varios seguidores lo dejaron de seguir en su Instagram, y perdió hasta 8 mil seguidores en 10 minutos.
Los yuccie tampoco son de los que buscan llamar la atención por los tatuajes; tienen apariencias más limpias, y prefieren no usar piercings.
En materia de tecnología y redes sociales, el yuccie es más un usuario de Instagram que de Twitter o Facebook. No escucha radio, sino música en streaming y no compra revistas pues todo lo lee desde internet y tampoco usa ropa vintage. “También aman la serie ‘Seinfield’ así se haya acabado hace muchos años”, resalta Infante. (También: Los 'Fofisanos': de abdominales perfectos a la pancita cervecera).
Lo que si asegura el autor es que esta nueva tendencia y moda de los jóvenes augura que cada uno puede dejar su trabajo estable en un banco o una aseguradora para dedicarse a crear una cerveza artesanal o a sembrar uvas para producir vino.
Si bien el yuccie no es una persona de pocos recursos, tampoco se siente millonario. Solo requiere de ideas para generar dinero y vivir sin ninguna complicación. Solo de lo que más ama hacer.
Para Infante, un yuccie es la primavera cultural de los yuppies y los hípsters.
Fuente : http://adf.ly/1Kytic
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