Conozca las diferencias entre préstamos en pesos y en Unidades de Valor Real (UVR).
Cuando la inflación estuvo en 2 por ciento, los compradores
con un crédito para adquirir vivienda en Unidades de Valor Real (UVR) fueron
los más beneficiados. La razón: este sistema basa su proyección en el IPC.
Hoy, con una inflación que cerró el 2015 en 6,77 por ciento,
la historia es a otro precio, pues los préstamos han empezado a encarecerse. Si
a esto le sumamos que en los últimos doce meses, a marzo, fue de 7,98 por
ciento, surge la pregunta recurrente: ¿es mejor financiar en UVR o en pesos,
que es el otro sistema que ofrece el mercado?
Según la Cámara Colombiana de la Construcción (Camacol), cada
caso es particular. Sin embargo, sus estadísticas advierten que actualmente el
85 por ciento de los créditos se está tomando en pesos. La razón: aunque se
asume una cuota más alta, la ventaja, en medio de la fluctuación de la
inflación, es que es fija. Es decir, el cliente sabe cuánto pagará durante su
vigencia.
Pero, en este entorno es común que haya más inquietudes,
entre ellas, si el efecto de la tasa de referencia, o sea, la que aplica el
Banco de la República, impactará las hipotecarias.
Los analistas coinciden en que el efecto no es inmediato.
Desde septiembre a la fecha el incremento en esta tasa de referencia ha sido de
200 puntos porcentuales (pasó de 4,5 a 6,5 por ciento) y en la vivienda ha sido
de 60; es decir, aún es manejable.
Incluso, el 11,78 por ciento registrado en la última semana
para los empréstitos destinados a la compra de casa o apartamento no dista del
promedio de 11,46 del 2014 y del 11,3 por ciento del 2015, lo que significa que
todavía hay campo de acción.
Otra inquietud está relacionada con los nuevos créditos.
Estos, obviamente, se tramitan con la tasa vigente. Por su parte, los que se
pactaron hace varios meses y se desembolsarán en 12 o 15 meses, cuando se
entreguen las viviendas, se mantienen según lo acordado.
La presidenta de Camacol, Sandra Forero, considera que el
control de la inflación por parte del Emisor, vía intervención de la tasa de
referencia, es sana. Y también reconoce que para contrarrestar el impacto a las
hipotecarias, sobre todo a las de vivienda de interés social (VIS), está el
subsidio a la tasa de interés que alivia, en parte, a los compradores y no
frena la intención de invertir.
De hecho, quienes adquieren viviendas nuevas de hasta 231
millones con este beneficio logran ahorros promedio entre 20 y 25 por ciento en
el monto de la cuota.
Lo cierto es que en un entorno con inflación al alza, los
créditos en pesos han ganado terreno. La expectativa sigue en cómo evolucionará
el IPC, algo que no es predecible.
GABRIEL E. FLÓREZ G.
ECONOMÍA Y NEGOCIOS
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